F. E. Madrid
La Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones concedió hace unos meses la autorización administrativa a CAN Seguros de Salud para el acceso a la actividad aseguradora en el ramo de Enfermedad. José Antonio Concha Hoyos, responsable de CAN Salud, señala que tienen experiencia en el ramo, parten de “un producto excelente” y cuentan con acuerdos con “las principales clínicas y especialistas de nuestro país”. Su objetivo, a corto plazo, es reforzar su presencia en sus ámbitos de referencia de actividad bancaria y, a medio plazo, “no pasa exclusivamente por ser proveedores de seguros de salud, sino dar un paso más allá hasta el punto de convertirnos también en prestadores de servicios de salud”.
¿Por qué decide CAN Seguros entrar en la actividad aseguradora en el ramo de enfermedad?
La estrategia y la vocación del Grupo Banca Cívica es poner al cliente en el centro de toda nuestra actividad, de modo que él define nuestras actuaciones. Nos gusta decir que nos “ocupamos” del cliente y, de hecho, intentamos cubrir sus necesidades y preocupaciones con nuestros productos y servicios.
En este sentido, hace algunos años incorporamos los seguros de Salud dentro de nuestra oferta al cliente y en esa fase inicial 2.500 clientes nos confiaron su salud. La experiencia obtenida estos años ha demostrado que es un producto/servicio demandado y apreciado por nuestros clientes.
Junto a estos factores, no podemos olvidarnos del difícil entorno económico en el que nos encontramos y que, a tenor de la actualidad, parece previsible que se mantenga en el corto y medio plazo. La salud es una de las máximas preocupaciones de las personas, tanto la propia como la de sus personas cercanas.
Todo ello nos ha llevado a constituir una compañía de seguros de salud que nos va a permitir impulsar este ramo dentro de Banca Cívica y dar respuesta a nuestros clientes con productos específicos que se adapten a sus necesidades.
¿Cómo de complicado es posicionarse en el mercado?
Como ya hemos comentado anteriormente, no partimos de cero sino que tenemos una muy buena base de partida dada nuestra implantación en el mercado a través de nuestro producto CAN Salud. Por otra parte, contamos con la experiencia de nuestras socias Caja Canarias y Cajasol, que ya cuentan con una amplia implantación y experiencia en el mercado de los seguros de salud en sus respectivas zonas de origen. Esto permite empezar ya con una base sólida que, unida al muy buen posicionamiento que tiene tanto CAN como Banca Cívica, nos permite acceder al mercado en buenas condiciones de salida.
Además, partimos de un producto excelente en el que se unen unas muy buenas coberturas con un cuadro médico nacional excelente, en el que se incorporan las principales clínicas y especialistas de nuestro país. Ello no es óbice para que tengamos que seguir trabajando y mejorando nuestra cartera de productos para poder satisfacer las necesidades que en cada momento nos planteen nuestros clientes.
¿Cuáles son sus perspectivas a corto y medio plazo?
A corto plazo, nuestro planteamiento pasa por reforzar nuestra presencia y, en algún caso asentarnos como compañía de seguros de salud, en los ámbitos de referencia de nuestra actividad bancaria y, muy especialmente, en las comunidades de Navarra, Aragón, País Vasco, La Rioja y Castilla y León. Esto lo realizaremos tomando como punto de partida el conocimiento del que ya disponemos, la cercanía y la confianza de nuestros clientes.
Por su parte, a medio plazo nuestro objetivo es ser la referencia en seguros de salud en aquellos ámbitos de actuación cercanos. Nuestro planteamiento no pasa exclusivamente por ser proveedores de seguros de salud, sino dar un paso más allá hasta el punto de convertirnos también en prestadores de servicios de salud. Lógicamente, esto dependerá del desarrollo tanto de la compañía como de las necesidades puestas de manifiesto por nuestros clientes.
¿Cuáles son los puntos fuertes diferenciadores de CAN Salud?
Por una parte, y como ya hemos comentado, contamos con un producto de salud de muy alta calidad que da respuesta a las necesidades de nuestros clientes. Así, ofrece muy buenas coberturas con un cuadro médico nacional en el que se incluyen las principales clínicas de nuestro país.
Por otra parte, el conocimiento y la cercanía que tenemos con nuestros clientes y, gracias a ello, la confianza que depositan en nosotros, nos permite dirigirnos directamente a ellos y conocer sus necesidades asumiendo el reto constante de poder adaptar nuestra oferta.
Esto nos refuerza en nuestra idea de que el canal banca-seguros es el más idóneo para la comercialización de los seguros de salud. Contamos con la confianza de nuestros clientes en Banca Cívica.
¿Cuál es la situación actual del mercado?
Como no puede ser de otra forma nos encontramos en unos momentos convulsos. Por una parte, la situación económica es una realidad que nos afecta a todos y que complica el funcionamiento del mercado. Los altos niveles de paro, la incertidumbre sobre la situación económica y la inseguridad hacen que el Estado, las economías familiares y las empresas hagan un ejercicio de eficiencia y de control de gastos.
Por otro lado, la salud es una de las primeras preocupaciones de todos nosotros, por lo que en algunos casos la incertidumbre económica en la que nos encontramos puede reforzar en cierta medida el sector del aseguramiento de la salud. Si a esto unimos la calidad ofrecida por las aseguradoras y sus cuadros médicos, da como resultado que el sector esté manteniendo su actividad en niveles similares años anteriores.
¿Cómo está influyendo e influirá la crisis, puesto que ya se habla de una contracción de las pólizas personales en salud y mantenimiento en las empresas?
Es cierto que en estos últimos años se está dando un proceso de sustitución de pólizas individuales por pólizas colectivas, bien sea de empresas o de colectivos abiertos. Esto conlleva un aumento de tamaño de los clientes y, por tanto, un mayor poder de negociación que está llevando al descenso de los márgenes de las aseguradoras. No debemos olvidar que el margen de las aseguradoras es la diferencia entre las primas pagadas por los asegurados y los siniestros (pagos a los servicios médicos por prestar sus servicios). Al disminuir las primas y mantenerse la siniestralidad (ésta se comporta de igual manera para seguros individuales que para colectivos), se explica este proceso de reducción de márgenes. Esto conlleva un fuerte proceso de eficiencia en las empresas aseguradoras que tendrá que mantenerse en el tiempo para asegurar la sostenibilidad del sector.
Al mismo tiempo, es una realidad que las empresas están cada vez más interesadas en atender y retener el talento en sus compañías. Y, para ello, es importante ofrecer ventajas a sus empleados que no se encuentren exclusivamente en el salario. Esto posibilita la contratación por las empresas de pólizas de salud para sus empleados.
Además, un aspecto que cada vez preocupa más y que muchas veces es objeto de debate es el elevado nivel de absentismo que históricamente sufren las empresas españolas. Este absentismo tiene diferentes explicaciones, pero una de ellas son las lista de espera que deben soportar los trabajadores. Esta tardanza en la curación de la patología además de repercutir en la menor calidad de vida del enfermo, tiene un segundo efecto en su no asistencia al puesto de trabajo, lo que supone una pérdida de competitividad para las empresas españolas.
En la actualidad, los seguros de salud privados contratados por empresas se deducen fiscalmente. Por otra parte, el IDIS presentó un informe en el que defendía que se volviera a implantar la desgravación fiscal para las personas que contraten seguros de salud privados. ¿Está de acuerdo?
Hay que hacer una reflexión profunda sobre cómo y hacia dónde queremos que se desarrolle el servicio sanitario en España. Tal y como está concebido en la actualidad, la sanidad pública y privada están muy relacionados sin que se den solapamientos, sino más bien procesos de complementariedad. Esto se ve apoyado tanto desde el punto de vista de convenios de colaboración o la propia actividad de los seguros de sanidad privada. Todo ello permite un uso más eficiente de los recursos sanitarios de nuestro país.
Eliminar cualquier tipo de incentivo fiscal puede llevar a una caída de la sanidad privada, que como hemos visto complementa y apoya a la pública, con lo que ésta estaría obligada a acometer importantes inversiones en medios físicos y humanos para cubrir estas necesidades.
Actualmente, las empresas pueden deducir en España hasta 500 euros por asegurado y año en la declaración del impuesto de sociedades, y algo similar pueden hacer los autónomos. Sin embargo, los particulares en estos momentos no cuentan con esa facilidad. Desde el punto de vista del Estado es beneficiosa la existencia de los seguros de salud privados, ya que posibilitan que una parte de las personas que tienen derecho a la asistencia sanitaria pública derive sus demandas a estas compañías, sin que por ello dejen de tributar y colaborar en el sostenimiento de la sanidad pública.
El debate de que esta desgravación supondría atacar o acabar con la sanidad pública es del todo falso. Los asegurados seguirían soportando el sistema de sanidad pública, además de generar riqueza en el país con la creación de puestos de trabajo. Así, según el estudio del IDIS el ahorro que supone para el Estado el sector de los seguros privados se ha cuantificado entre 4.224 y 8.054 millones de euros.
Esto viene como consecuencia del “doble aseguramiento” (ciudadanos con protección sanitaria de financiación pública que libremente deciden suscribir una póliza de salud) , ya que supone una “descarga” del sector público. Ésta es una da las explicaciones tradicionales de que el gasto sanitario público sea sensiblemente inferior al de países de nuestro entorno con resultados de salud equivalentes e incluso superiores.
Como referencia internacional, podemos decir que la mayoría de los Estados miembros de la UE ofrecen algún tipo de incentivo fiscal en el gasto sanitario a las familias (Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Rumania, etc.) o en colectivos (Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Letonia y Suecia) beneficiando a las empresas, situación actual que se da en España. Asimismo, sería interesante analizar la situación de otros países europeos como Austria, Bulgaria, Grecia, Italia, Portugal o Eslovenia donde existen beneficios fiscales tanto en seguros individuales como en colectivos.
¿CAN Seguros pertenece ahora a Banca Cívica o es una línea de negocio independiente?
Nuestra filosofía es siempre la de “ocuparnos” de nuestros clientes, es decir, poner al cliente en el centro tanto de nuestra organización como de nuestra actividad. Dentro de forma de entender nuestra relación con el cliente, no cabe entender CAN Seguros de Salud como una línea de negocio independiente, sino como un nuevo esfuerzo de cubrir todas aquellas necesidades que plantea el cliente y, lógicamente, no sólo las de ámbito financiero.
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